La diabetes durante cien años se ha catalogado como una dolencia pancreática y lo real es que es sistémica, hereditaria, curable y se rige por la teoría de la complejidad. Es sistémica y abierta, entra el riñón, el hígado y el páncreas como componente del sistema. Es hereditaria y como no tiene cura dentro de nuestra medicina, el mundo va a cubrirse de diabéticos.
Esta enfermedad fácil de curar presenta más peligro que el cáncer y el sida, porque esta dolencia para combatirlas tiene medicamentos que la detienen o la eliminan, pero la diabetes hasta hoy ha gozado de la emoción que produjo la insulina en el año 1921 como cuando se inyectaron a pacientes diabéticos con insulina y la autopsias demostraron la destrucción del páncreas. Los investigadores creyeron en ese hallazgo y no pensaron que el riñón al dejar de filtrar y funcionar con normalidad lesiono a todos los órganos del cuerpo y al mismo páncreas que en vez de ser victimario de la diabetes, es una víctima del riñón.
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